Siempre he sido una persona muy curiosa con ganas de aprender y responder a los porqués de la vida. Mi primer flechazo llegó en las asignaturas de ética y filosofía.
Me encanta reflexionar y replantear todo desde diferentes perspectivas, visualizando el contexto, ponerme en los zapatos de otras personas. ¿Qué motivos se hayan detrás de cada comportamiento? ¿ cuáles son las complejidades del ser?
Esta fascinación fue la que me llevó a adentrarme en el mundo de la psicología, una disciplina que me permitía explorar el desarrollo de las motivaciones, conductas y la fisiología de la psique humana.
Al graduarme, comencé a colaborar con diversas ONG, como Cruz Roja Española, donde pude brindar apoyo y orientación a personas en situación de vulnerabilidad extrema. Trabajé con jóvenes, adultos y refugiados con necesidad de integración social. Además, aún disfruto colaborando en actividades de asistencia social y participando en campañas de concienciación.
Cada uno de estos encuentros, me han producido una profunda satisfacción al ver cómo las intervenciones tienen un impacto positivo en la vida de las personas, y lo más importante, los vínculos que se han ido generando en mi historia de vida.
Mi compromiso y motivación con la sociedad me ha llevado a crear un espacio flexible que acerque la psicología a las personas, de una forma humana y educativa, sin prejuicios y creando un espacio seguro y de confianza donde no haya juicios ni valoraciones, solo iguales retroalimentándose para mejorar sus vidas.
La psicología no solo es una ciencia, sino también una herramienta para transformar la sociedad. A través de mi trabajo, busco promover la salud mental, reducir el estigma asociado a los problemas psicológicos y construir una comunidad concienciada y resiliente ante esta situación social embriagada de incertidumbre.